Mi alma salió huyendo...
Me siento vacía,
no soy nada
y pienso...
¿Porqué estoy aquí?
Por mucho que me grites,
no te oigo...
Mi cerebro permanece en un continuo sueño,
del cual no se si despertaré.
Mis ojos no pueden ver,
estoy ciega,
en ellos solo encontrarás el reflejo de la soledad.
Puedes tocarme,
pero yo no te sentiré,
pues cada glándula de mi cuerpo esta muerta.
Lo único que mis sentidos perciben
es el sabor de mi propia sangre y
es el sabor de mi propia sangre y
el olor de la muerte acechándome.
Hoy no escaparé de ti muerte,
estoy cansada de huir...
No hay comentarios:
Publicar un comentario