El cielo era un poema,
el aire arropaba mi cuerpo
y se respiraba la paz.
La luna iluminaba el sendero
y las estrellas me guiaban.
Entonces pensé,
¿porqué nos olvidamos de la base de la esencia?
Siempre con prisas, complicaciones,
menesteres y preocupaciones...
Dejamos a un lado nuestro ser,
nuestro interior...
lo único realmente nuestro.
Esta noche,
volveré a mirar al cielo y...
leeré su poema.
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