Suspiros profundos ante esa mirada ajena,
saludos hirientes tanto como involuntarios
y una red de palabras lacerantes realizadas
sin un goce de voluntad percibida.
Un sentimiento marcado como cicatriz en el pecho,
obsesión indecente del pensamiento...
Telarañas, esperpentos, guarnición de ensueños,
vulnerables al desconsuelo del alma.
saludos hirientes tanto como involuntarios
y una red de palabras lacerantes realizadas
sin un goce de voluntad percibida.
Un sentimiento marcado como cicatriz en el pecho,
obsesión indecente del pensamiento...
Telarañas, esperpentos, guarnición de ensueños,
vulnerables al desconsuelo del alma.
Lágrimas tatuadas con el más frívolo desdén de la evasión.
Toda una lucha contra la razón
por necedades del corazón
y los temores de una inseguridad
aquejada por el diario vivir.
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