sábado, 26 de noviembre de 2011

Safo

Me parece el igual de un dios, el hombre
que frente a ti se sienta,y tan cerca 
te escucha absorto hablarte con dulzura
y reírte con amor.

Eso, no miento, no, me sobresalta
dentro del pecho el corazón; pues
te miro un solo instante, ya no puedo
decir ni una palabra,

la lengua se me hiela, y un sutil
fuego no tarda en recorrer mi piel,
mis ojos no ven nada, y el oído
me zumba, y un sudor

frío me cubre, y un temblor me agita
todo el cuerpo, y estoy, más que la hierba,
pálida, y siento que me falta poco
para quedarme muerta.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Eso eran...

Sólo un montón de huesos tirados en la arena. Eso eran. Y aún así, resultaba imponente, inspiraba miedo. No es lo que era, es lo que había sido. Esa mirada hueca de un cráneo cuyas mandíbulas redujeron ejércitos de valientes a polvo. Son los huesos que sostuvieron las alas cuya sombra metió el miedo en los cuerpos de los cientos a los que cubrió. Son los restos de las zarpas que desgarraron el cuerpo de miles de criaturas, esparciendo su sangre por los llanos. Son las dos docenas de costillas que mantuvieron a salvo los órganos que le dieron vida un día, hasta que el arma de un caballero se clavó en ellas. 

Eso eran, aquel montón de huesos. O, al menos, eso parecían. 



Un brillo rojizo, una luz tenue y espectral, comenzó a relucir desde el fondo de las cuencas de sus ojos muertos, en el instante en que mi mano rozó los huesos. Y la bestia muerta se alzó ante mis ojos, sostenida por mi magia, que ahora recorría sus huesos y la obligaba a levantarse. En ese instante casi glorioso, un rugido infernal se alzó desde los cielos, el lamento y la ira de un alma cuyos restos están siendo utilizados para otros fines que nada tienen que ver con ella...

jueves, 10 de noviembre de 2011

Corazón roto


Ahora vago sin respuestas, sin esperanza y sin fe,
es así de triste, también cierto es el ayer,
es el pasado recordado en el presente,
quiero un futuro alejado del miedo y del daño que hace la gente...
Y es normal, que me sienta encerrada como prisionera,
si nunca he visto la luz en esta senda; ¡pero quiero!
¡Dejadme en paz! No quiero vuestra falsa compasión...
La superficialidad de la gente amarga mi corazón,
que sigue latiendo; pero sin sentido.
A veces quiero recordar, llorar por lo que ya he vivido;
pero no, no quiero más experiencias amargas
para ti son paranoias; pero para mi son cargas...
Con las que no puedo cargar,
siento no poder soportarlo,
se van juntando las cosas y sin embargo sigo andando...
Buscando mi camino, quién habrá escrito mi destino,
quien lo haya hecho es un cabronazo...
No creo en seres divinos,
eso no existe, la magia acaba por ser truco.
Yo ya estoy decepcionada con la vida que me tocó.
No tengo una, tengo mil espinas clavadas,
ya no puedo hacer nada no creo en cuentos de hadas.
No digo que sea para siempre,
digo que es ahora,
porque cuando estoy mal pasan mas lentas las horas.
La melancolía me ayuda ha sacarlo todo fuera,
la furia que estaba dormida dentro ya no la controlo.
Ojala pudiera, olvidarme de que existo,
tuve ganas de volver a ser yo; pero se desvaneció...
¿Qué me esta pasando?, tengo un diablo y quiere salir,
y dejar a un lado mi cuerpo que no para de sufrir...
Hay cosas que se pierden y no encuentras un por qué,
hay obstáculos que pueden hacerte caer,
hay momentos en que te entran ganas de abandonar todo,
hay siempre un sentimiento muerto en un corazón roto.
He aguantado tantas cosas que ni tú te lo imaginas.
Este ser ya se margina, se marchita
y no quiere pasar de página,
la magia es lastima en mi corazón,
son penas ya sombrías las que hacen aumentar mi dolor...
Olvidar es querer engañar a tu mismo ser,
abre los ojos e intenta ver más allá de lo que quieres ver...

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Al amor verdadero

Sintiéndome, envolviéndome de un mágico silencio,
deleito mis oidos con el sonido de la nada, del vacio,
me despojo del movimiento, de las prendas, de testigos,
te hago preso de mi mente y me abandono en tus latidos.

Ausente de sonidos, intensa de sentidos,
siento correr la sangre en caudoloso río,
temblando la piel de mi cuerpo plácido,
ávida de quietud, de un sentir ya conocido.

Abstraida de mente, totalmente ausente
dejo el planeta, sabiendo que no es mi lugar,
creo un nuevo espacio, imaginándolo...
Envuelta de ti, poseida de tu cuerpo y de tus manos disfrutando.

Caigo en lo profundo de un oscuro mundo,
me abandono en el negro de mis ojos cerrados.
Puedo sentirte en aroma, olor irresistible de flores y campo,
madera mojada que espera la hoguera de un calor prolongado.

Pensamientos invadidos de visiones adolescentes
que pasean por mi cuerpo, por mi alma y por mi mente,
solo siento una cálida sensación permanente,
que me mantiene encendida y complaciente.

Me sumergi quieta en lo pronfundo, en lo más hondo,
allí, donde levita el eter de una dimensión que desconozco.
Te pienso y te hago mío en este espacio amoroso,
cubierta con tus alas, tu cuerpo y besando tu rostro.

Orgullo

Mi ejército está acabado,
mi castillo yace en ruinas...
Mis enemigos han tomado
todas mis riquezas y tienen el poder...
Mas no pudieron matarme, craso error.
Aún camino sobre estas tierras,
débil; pero aún viva...
Se llevaron todo,
excepto el pálpito de mi corazón inmortal.
Ahora conoceran el miedo...
Pensaron que así podían destruirme...
que equivocados estaban.
Recuperaré mi orgullo e ire a por ellos en la más oscura noche
y mi visita, no será placentera...