Sintiéndome, envolviéndome de un mágico silencio,
deleito mis oidos con el sonido de la nada, del vacio,
me despojo del movimiento, de las prendas, de testigos,
te hago preso de mi mente y me abandono en tus latidos.
Ausente de sonidos, intensa de sentidos,
siento correr la sangre en caudoloso río,
temblando la piel de mi cuerpo plácido,
ávida de quietud, de un sentir ya conocido.
Abstraida de mente, totalmente ausente
dejo el planeta, sabiendo que no es mi lugar,
creo un nuevo espacio, imaginándolo...
Envuelta de ti, poseida de tu cuerpo y de tus manos disfrutando.
Caigo en lo profundo de un oscuro mundo,
me abandono en el negro de mis ojos cerrados.
Puedo sentirte en aroma, olor irresistible de flores y campo,
madera mojada que espera la hoguera de un calor prolongado.
Pensamientos invadidos de visiones adolescentes
que pasean por mi cuerpo, por mi alma y por mi mente,
solo siento una cálida sensación permanente,
que me mantiene encendida y complaciente.
Me sumergi quieta en lo pronfundo, en lo más hondo,
allí, donde levita el eter de una dimensión que desconozco.
Te pienso y te hago mío en este espacio amoroso,
cubierta con tus alas, tu cuerpo y besando tu rostro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario