lunes, 2 de julio de 2012

¿En qué momento?

¿En que momento
decidí vivir sin ti?

¿Cuando me convertí
en todo aquello 
en lo que nunca debí?

Quizá allí,
entre atisbos de ensoñaciones
o entre las huellas de la madrugada,
sea donde únicamente me sienta bien.

Los días perfectos no existen
y el destino, ya comprendí,
es otra de aquellas historias románticas
que nunca terminan bien...

No hay bastiones 
que no se puedan traspasar,
ni castillos 
que no se puedan conquistar.

No existen reyes cuyo reinado
haya durado toda la eternidad.
No existen vidas completas
solamente momentos como los pasados...

Momentos como éstos,
momentos donde uno se muestra
tal y como verdaderamente es.

Momentos en los que se destruye,

momentos en los que se ama,
momentos en los que uno se pierde.
¡Momentos!
Los ramos de rosas
siguen aquí junto a mí
entre pétalos y mariposas...

Y sin embargo las flores
no están hechas para mí.

Cada noche entre sábanas e insomnios,
me dejo ir tan libre como presa
y cuando regreso...
descubro que nunca me fui.

La cuenta atrás
no la marca un reloj.

Las noches no son tan oscuras
cuando uno anhela con fuerza
atrapar un sueño
y convertirse en su dueño.

¿Cuando decidí vivir sin ti?

Fue mientras me dejabas ir
o mientras dejaba 
que se acercasen
hasta mí las montañas.

¿En que momento 
tomé la decisión 
de hacer caso omiso
a mi corazón?

¿En qué momento me fui?

Tener miedo no es bueno;
pero a veces ese miedo
si uno sabe hacerse con él
se convierte en un fiel consejero.

No quiero paz si ello supone dejar de soñar.

Dime pues:
¿En que momento lo hice?
¿Cuando decidí
vivir y morir sin ti?


1 comentario:

  1. Y lo que quiero es olvidarme de tu amor,
    aunque tenga que morir,
    anestesiando el deseo,
    tal vez no piense mas en ti...

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